Aprovechando el maravilloso curso impartido por Sonia Luchena en el Crif las Acacias he empezado a poner en práctica el tacto afectivo en el aula, y una de las formas es el masaje, con el que los niños pueden tomar conciencia de su cuerpo y experimentar diversas sensaciones. Esta vez lo hemos utilizando un intermediario, rodillos de pintura. Primero hemos explicado las reglas de mismo en el que es fundamental el respeto al otro y a las cosas que les gustan o desagradan, parando el masaje si el que lo recibe así lo pide. También es importante que permanezcan en silencio para poder sentir
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